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martes, 9 de julio de 2024

EVIDENCIA

 

A la esclerosis múltiple el futuro le resulta muy enigmático porque es una enfermedad bastante rarita, no tiene cura, discapacita, evoluciona malamente y tiene la particularidad de que no te mata aunque te deja la vida hecha unos zorros. Es jodido hacer planes ya que no te puedes fiar de tu estado a medio o largo plazo, no parece que haya por donde tirar y los tiempos no están para bromas si te quedas estancado. Siempre me he montado unos cacaos mentales del copón, mis previsiones siempre han fallado más que las de los horóscopos que redactan los becarios de los periódicos así que ahora me abstengo de hacerlas porque siempre han sido una coña. Toda la vida me la he tomado con escepticismo, actitud que mi condición de enfermo crónico ha disparado hasta adelantar a la Voyager que ya ha salido del sistema solar así que no me fío casi ni de mi sombra.


Opiniones tengo para regalar igual que todo el mundo, no voy a fundar ningún partido ni asociación así que se quedan tranquilas en su cajón y ya comprobaré yo mismo si estoy equivocado o no. Es un poco la enfermedad del momento y las redes visualizan el sarpullido que produce que consiste en un porrón de gente dando su parecer sobre asuntos de los que no tienen ni puta idea. Algo parecido me pasaba en este blog, me metía en harina y muchas veces me salía un sopako que es un pan local que solo sirve para hacer sopa porque no hay Dios que le meta un mordisco. A veces es mejor estar calladito y así evitas meter la pata, mejor dicho las dos. De todas maneras en nuestra sociedad somos mucho de hablar por hablar, los donostiarras quizás no tanto pero si te cruzas con un andaluz lo tienes crudo, eso la Rubia lo sufre en sus carnes porque su mejor amiga es de Jaén y la madame se las trae.


La realidad la tengo vendida y bien saturada con mis aventuras diarias con la cabrona desmielinizante. A ver, estoy bastante estable pero me jode un huevo tener que lidiar todo el rato con la ataxia y la incomodidad visual por el escotoma del ojo derecho que me regaló en una neuritis óptica de caballo. La edad y mi peso no perdonan y se acercan momentos movidos con los extraños regalos que me hacen. Por mucho que cuentes a tu entorno no te pillan ni una porque no entienden un pijo de lo que les cuentas, te pondrán una sonrisa y te darán una palmada en la espalda que es lo único que les han enseñado a hacer. Es muy triste lo poco que importamos al resto del mundo, cualquier colectivo que tenga problemas complejos se queda varado como un petrolero en la playa de la Concha. Soy consciente de que estas líneas no van a abrir cabezas para valorar mis limitaciones, la cosa va de un “mira...te jodes” y luego todos van a pedir cañas y pelotazos a la barra del bar.


A veces me da por pensar en sucesos raros en mi salud ocurridos en tiempos lejanos sospechando si la esclerosis ya intervino en esas salsas. Yo siempre asocio el comienzo a mi primera neuritis óptica que fue un poco de chichinabo y cedió echando virutas pero repensando el tema recuerdo problemas en el baño bastante anteriores al acontecimiento, y yo pensando en la vejiga y la fecha de nacimiento del dni. Mira por donde físicamente la cabrona está muy bien pero el puto nervio tiene la mielina arrasada como un gallinero y muchas veces hay que rezar para que salga el chorrillo, que cosas.


Hacerse ilusiones es perder el tiempo, lo mejor es afrontar el día con su perspectiva de veinticuatro horas que si se cogen bien dan para mucho. Naturalmente hay más cosas al día siguiente pero es mejor acabar las de hoy, mañana es otra cosa. Cuesta mucho tirar para adelante más que nada porque tenemos las ruedas llenas de palos entre los radios pero intentar vaya que si lo intentamos, nada es un regalo. No todos los enfermos nos lo tomamos igual, mientras algunos hacemos burla y chanzas de nuestra desgracia otros viven un infierno de malestar y dolores que hace de su existencia un calvario. La gente del entorno en su eterna intención de quedar bien te recomienda que te relajes y te lo tomes con calma, será que viven en un mundo armonioso y paradisíaco. En fin que para chotas ya vamos equipados.


Soy perfectamente consciente que mi estabilidad actual se puede ir al garete si un día me pega un brote potente e inesperado, igualito igualito que todos los que nos dan porque no vienen marcados en la agenda del móvil. Los escleróticos somos el ejemplo perfecto de la aleatoriedad de la vida que reparte hostias y pedradas imprevistas a todo quisqui sin tener en cuenta su estatus ni que tenga una conducta intachable. Mira que he tenido que escuchar chorradas a lo largo del tiempo sobre el origen de las enfermedades, la mejor de todas es el castigo divino, creo que los tiros no van por ahí y recomendaría una buena revisión de creencias. A pesar del espectacular montaje tecnológico sanitario la medicina en realidad sigue en pañales y eso les viene de puta madre a las empresas funerarias. Estoy hasta el gorro de ver alucinantes artículos sobre gigantescos avances de medicamentos y potajes genéticos que por alguna extraña razón se pierden en el espacio de la viabilidad comercial.


El famoso bálsamo de Fierabrás jamás existió ni existirá y los humanos seguiremos cayendo a capricho de la naturaleza que es la verdadera reina del castillo. Podemos contar nuestras aventuras pero la esperanza hay que trabajársela de manera particular, me da que la cosa está bastante jodida. Lo realmente curioso es que te cuentan que vives en una época fantástica donde todo es posible y al día siguiente el redactor de la nota la espicha de un infarto. Otra contrariedad que me jode un huevo para añadir a mi colección, a los chinos tampoco les hacen gracia los cuentos así que suelen aplicar tratamientos preventivos con tanques. La existencia es un regalo divino que nos hicieron y a pesar de que a los crónicos nos la dieron hecha un cromo la vida es maravillosa.



Nunca nos entrenaron para el fracaso, nos vendieron la coletilla

de que la vida es para triunfar y luego nos llegan estas mierdas a

la biografía. El resto del mundo te mira con cara de sorpresa y

te sueltan eso de que no puede ser, media vuelta y se piran.


Socialmente estamos fuera del mapa y la medicina se tiene que ocupar

de nosotros, para muchos, alentados por líderes basura, solo somos un

gasto y una incomodidad y verían con buenos ojos nuestra desaparición.


Así de duras son las cosas, no niego que la naturaleza no se andaría con

chorradas a la hora de quitarnos de en medio, lo terrible es que tu vecino

conspire para mandarte a la mierda.


La evidencia es irrefutable, necesitamos cosas que a los demás molesta

darnos, algunos serían la mar de radicales para quitárnoslas sin pararse

a pensar que un día ellos también precisarían de un manotazo. Ya tiene

unos añitos, pero no está mal la animación.



(Pulsar aquí para ver "The itch")






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