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miércoles, 11 de diciembre de 2024

NOS PASA POCO

 

Recientemente he abandonado twitter, primeramente borré todos los datos que había generado en los ocho años de navegación, aunque eso no te da ninguna seguridad porque la plataforma puede haber hecho las copias que le hayan salido del orto. Dudo mucho que mi actividad se pudiese usar para fregados maliciosos pero nunca se sabe, aparte de lo que publicas la navegación deja un porrón de metadatos y a lo mejor mi ip es el código de lanzamiento de un misil nuclear. Siempre me identifico con un alias e incluso en alguna plataforma indico la provincia de residencia, mi fecha de nacimiento me la sopla aunque quizás le sirva a alguna agencia para machacarme con publicidad, craso error esto último porque en mis dispositivos no ves un anuncio ni usando el telescopio Hubble.


Cuando comencé a frecuentar el pajarito había una actividad frenética de escleróticos muy agradable y los foros que se formaban con otros temas solían ser bastante inofensivos. A día de hoy aquello es un volcán en erupción con encendidos discursos de borrachos de última hora del bar y de calamidades mentales desenfrenados que piden guillotina a gritos. Tengo una cierta edad y he pasado por situaciones sociales de todo tipo, incluso violentas, pero nunca había visto un vertedero de mierda como el actual. Hace un par de años en la calle no veías todavía el vaso desbordado pero ahora el tufo a excrementos es nauseabundo y cada vez que alguien abre la boca para decir algo el aliento es lava incandescente. Cuando la liaba de pequeño la zapatilla de mi madre reconducía fantásticamente la situación y es una pena que se perdiese al reciclar sus cosas cuando se nos fue, con lo bien que vendría ahora.


Podría contaros chascarrillos divertidos para ilustraros el tema de como a mucha gente se le ha ido la olla, cuesta un huevo y la yema del otro orientar las conversaciones para evitar los asuntos que les hacen sacar los colmillos y babear. Podría hacer previsiones de futuro pero os voy a fastidiar porque solo me referiré al mío personal: la enfermedad irá avanzando y estaré más jodido. Lo más espantoso somos los que pensamos que las cosas no van por buen camino y nos negamos a hacer algo para evitar el batacazo, personalmente me importa un comino que se vaya todo al cuerno y solo pido butaca de primera fila aunque el espectáculo dure cinco minutos. Nunca imaginé que gente de mi entorno cercano haya convertido los asuntos serios de siempre en un puto chiste.


En las jamadas de tarro suelen entrar muchos temas en mi lavadora personal, podría compartir muchas opiniones pero esto se convertiría en una plúmbea enciclopedia. Con decir que la sociedad está enferma basta y sobra. Si no veis ninguna salida no os preocupéis y seguid con lo vuestro, yo llevo desde que pataleaba en la tripa de mi madre hace sesenta años buscando un ventanuco por si veo algo pero ni por esas. Actualmente en este mundillo de las redes tenéis una multitud de “expertos” que os “guiarán” en la “solución” de vuestros problemas, las boñigas de lo absurdo se han convertido en la verdad imperante y es una lástima que se haya abandonado el uso de la silla eléctrica.


Una década desde mi desastre esclerótico, en aquella época nos estaban fundiendo con las consecuencias de la crisis hipotecaria y ya se empezaba a cocinar lo que padecemos ahora que es la crisis de los gilipollas. Según la retórica de los tarados que aspiran al poder yo soy un mantenido que consume una barbaridad de recursos públicos por lo que me retirarán el suministro y me invitarán a lanzarme a las rocas del donostiarra “Peine de los Vientos”. Es impresionante el desprecio que profesan a las realidades del momento, piensan que tienen el ganado controlado pero por si se rompe la valla les aconsejo comprarse unas Nike.


No albergo grandes esperanzas de que esto cambie de tendencia, recordar que soy un enfermo crónico diagnosticado e incurable, para que se produzcan cambios en la sociedad han de pasar como mínimo un par de décadas, podría llegar pero está el asunto jodidillo. El nivel de destrozo mental es exagerado y me pregunto que cojones va a hacer la sociedad con tanto pirado suelto, la caída en picado de la calidad de los servicios públicos me da muy mala espina. La sociedad occidental está dejando en pelotas a los curritos y no creo que se vayan a quedar parados chupando frío.


Madre mía, esto era un blog que hablaba de la esclerosis múltiple y se ha convertido en un panfleto estúpido, me estará afectando el oleaje y me refugio en los brazos de la idiotez. La vida de cualquiera siempre tiene su puntito caótico y llevo unas semanas que me entran unos yuyus mentales del copón, de vez en cuando se me olvida que la naturaleza me puso la zancadilla pero a pesar de ciertas limitaciones puedo disfrutar de la vida como cualquiera. Lo realmente alucinante es que a la gente le haya dado por creer patochadas sin fundamento y venerar a tarados psicópatas. Nos pasa poco.


Siempre que redacto sobre estas cosas tengo la sensación de que en realidad os la pelan y estoy nadando en la piscina de la inutilidad. Procuro no exagerar aunque admito que en el borrador elimino infinidad de párrafos enteros cuando me doy cuenta de que me he pasado tres pueblos. Afortunadamente la esclerosis múltiple no me está dando noticias así que tengo que tirar del teletexto que es mi fuente de información favorita, breve, rápida y sin monsergas de imagen de líderes caducos. Os permito pensar que estoy desfasado, mis políticas de bloqueo informativo y digital no van nada mal aunque soy consciente que algún día meteré la pata y me aliaré con el diablo.



A veces me pregunto de que coño nos sirve la saturación informativa

que nos tragamos si a la hora de la verdad nos importa una mierda lo

que pase fuera de nuestro barrio. La función de internet en este jaleo

es como untar treinta kilos de mantequilla en una tostada.


La naturaleza nos otorgó el don de la curiosidad y también la perversión

de manipularla a garrotazos. No tengo ni la menor idea de donde podemos

llegar, lo que si tengo claro es que si no tienes la cachiporra más gorda ni

siquiera sales del portal.


Como siempre mi gran optimismo sale a juego, la Rubia se suele enfadar

cuando lo comento y no le falta nada de razón, en ese sentido siempre he

sido un cenizo. Joder macho, seis décadas haciendo el ganso, no se de que

me quejo.


La cosa está clara de donde sacamos el estiércol que consumimos, la

masificación de internet gracias a los smartphones y sus chorradas han

dado alas a los don nadie que nos están jodiendo la fiesta. Así va a terminar

el sarao.


(Pulsar aquí para ver "Look up")





domingo, 1 de diciembre de 2024

INCIERTO FUTURO

 

Afrontar la actualidad desde el punto de vista de un enfermo de esclerosis múltiple es un reto apasionante, que me digan por favor que es lo que resulta más importante para mi vida, un discurso político o mi cajita mensual de tecfidera. Desde bien canijo le he sacado punta a todo, mi padre se aseguró de que mi cerebro trabajase y a los nueve años tenía mi propia biblioteca particular que el abastecía, los nenes imitan a sus papis y el mío leía por toneladas. Está mal que yo lo diga pero tuve suerte con la cantidad de inteligencia que me tocó en el reparto y pillaba todo solo con prestar atención así que me saqué la primaria y la secundaria tocándome los huevos, la hostia vino en la uni ya que era un vago de cojones que no había estudiado en mi puta vida.


En este país no hemos sido nunca unos fieras en el asunto social, siempre ha predominado el tener sobre el saber y aparte de no distinguir entre velocidad y tocino tenemos la envidia clavada hasta el tuétano, si añadimos que la codicia y la incompetencia están en máximos históricos pues más o menos está claro que la hemos cagado con ganas. Roma se fue al carajo exactamente por lo mismo, nos quedamos alelados con las pelis de gladiadores sin pensar que quienes organizaban el espectáculo eran la misma ponzoña que controla los medios e internet en nuestra época, las columnas de nuestro foro llevan años bailando. Debería de callarme un poco porque todavía vivo en un sistema que me cuida aunque no creo que la cosa vaya a durar mucho, por supuesto gran parte de mis conciudadanos si pudieran no aportarían un puñetero euro para mi bienestar, soy solo un gasto inútil para ellos y sería mejor verme dentro de una caja de pino.


Me hace gracia la cantidad de gente tocada del ala que me rodea sobre todo porque mi cerebro, que físicamente no está para coñas, mantiene cierto grado aceptable de cordura sin paranoias. Creo que el departamento de neurología de mi hospital va a precisar en los próximos años un edificio independiente y al psiquiátrico van a tener que añadirle una docena de pisos más a los tres que tiene. La manada está como un cencerro y te discute todo, la calle parece twitter después de comprarlo Musk, por cierto, he abandonado la plataforma porque era insufrible a pesar de tener un diccionario completo de palabras capadas.


El cinismo se me sube a la chepa cuando trato de describir el mundo tal y como lo veo, al final poner todo a bajar de un burro no ayuda nada a mejorar las cosas. Las dinámicas sociales se establecieron mucho antes del paleolítico y desde entonces no acertamos eligiendo el paraguas adecuado a pesar de todos los chaparrones que han caído, algunas cosas cambian de manera cíclica pero todo vuelve, lo bueno y lo malo. En los últimos dos siglos nos hemos reproducido como conejos y con tanta gente pastando es normal que el número de tarados sea desmesurado. Si nosotros ya no vemos el futuro los que ahora frecuentan los columpios lo tienen crudo con ganas.


Podéis pensar que mi esclerosis me hace tener una visión negativa de las cosas, y un cojón, siempre la he tenido desde que era un crío. El guion de mi vida no ha sido un camino de rosas así que mi percepción no ha mejorado nada de nada con el tiempo, mi triunfo personal es haber mantenido firme mi compostura sin perderme como les pasó a unos cuantos amigos. La enfermedad es una gigantesca putada y es difícil de digerir, creo que conseguí asimilarla porque ya venía muy bien entrenado en tragar sapos, me asusta el hecho de que pueda complicarse de manera jodida y no voy a tentar al demonio para que se cargue mi estabilidad actual.


Las filias y las fobias de la gente me tienen flipado, se pasan la niñez y juventud desobedeciendo a los padres que son responsables de ellos y luego se apuntan a la lista de un enfermo mental cumpliendo ciegamente sus gilipolleces. Hay una verdad muy sencilla que nos pone a todo el mundo en el mismo plano y es que todos dependemos sin excepción de la taza del váter o del agujero que usemos para librarnos de lo que nos sobra. Los cementerios están llenos de gente que era considerada como imprescindible por sus seguidores que se fueron en masa a lamer otro culo cuando su endiosado líder se fue a la fosa. No somos nada. Cuando veo el plantel actual de líderes no puedo evitar la risa floja ante semejante cuadrilla de cretinos, son muy graciosos si pero los hijoputas nos pueden joder el invento si les da un jamacuco.


Se me estaba ocurriendo una comparativa de generaciones, sin embargo la tozuda realidad es que estamos varias en el mundo y lo estamos jodiendo a tope todos juntitos. La que me generó a mi está ya en las últimas y han desaparecido casi todos por lo que me centro en los cachorritos de la última hornada porque me dan cariño a cascoporro y además gratis. Espero que a ninguno de ellos la naturaleza les monte un pollo como ha hecho conmigo, naturalmente van a tener problemas en su vida como me los he tenido que jamar yo, quizás disfruten de nuevos diseños y estoy convencido de que hay gente que se los está fabricando. Lo cachondo es que todo el tinglado actual está empeñado en venderme el futuro y que yo recuerde no tenemos ni repajolera idea de lo que va a pasar en el próximo segundo.


Ya veis que por mucha berrea que suelte la sociedad va a seguir igual o peor, también es verdad que solo conocemos el punto de vista malo que es lo único que nos sueltan los medios, la gente buena tiene el jodido don de la invisibilidad. Lo único que podemos hacer de forma individual es mantener nuestra vida ordenada sin molestar a nadie, ya se que hay verdaderos especialista en joder la marrana y afortunadamente como me va a pasar a mi a todo cerdo le llega su san Martín.



Quejarse de todo es la última tendencia tradicional que por supuesto

lleva implícita la falta de ideas de solución. Creo que he mamado

demasiada red social a sabiendas de que son totalmente inútiles porque

como red cumplen y te atrapan pero lo de social es simple cachondeo.


Es muy curioso conversar con gente y darte cuenta en pocos segundos de

que estás hablando con un imbécil. Google está haciendo muchísimo daño

y lo peor es que el personal se cree todo lo que ve allí y está convencido

de ser una persona listísima.


A veces se nos olvida que todo lo que sale en una pantalla, leemos y

escribimos es algo editado y por lo tanto quien lo elabora tiene intenciones.

Siempre es mejor no conocer lo que pretenden y pasar página pero saben

perfectamente que el personal no tiene nunca los sentidos bien afinados,

a ver si cuela.


Estoy un poco harto de que mire donde mire el ambiente esté totalmente

arrasado. Esta genial escena de los hermanos Marx es una perfecta definición

del mundo actual y nos indica de una manera exacta que caminamos directos

hacia la nada.

 

(Pulsar para ver "La parte contratante de la primera parte")